Jesús mío, dulzura mía, ¿y cómo puedo vivir sin ti?
Ven siempre, Jesús mío, ven; entra a poseer tú solo mi corazón. (Padre Pío; Buenos Días, 18 junio)
Ven siempre, Jesús mío, ven; entra a poseer tú solo mi corazón. (Padre Pío; Buenos Días, 18 junio)